-Si a tu corazón yo llego igual, todo siempre se podrá elegir
Martín estaba ahí, brillante, en frente suyo. Muy cerca.
- No me escribas la pared, solo quiero estar entre tu piel
Con esa sonrisa que hacia resplandecer al mundo, con sus mechones desordenados color oro y esos ojos divinos que tenía, en este momento, parecía el sol de su vida.
- Y si acaso no brillara el sol y quedara yo atrapado aquí, no vería la razón de seguir viviendo sin tu amor
Se le acercó, más cerca de lo que estaban, más cerca de lo que habían estado siempre. Solo más c